Salón de palabras

Bienvenido/a. Has abierto una puerta a un mundo mágico. La Voz de los Días tiene la facilidad de convertir la cotidianidad en sueños posibles, de hacernos ser lo que siempre hemos querido ser; volar con la libertad de un pájaro, dejar que la imaginación nos lleve a aquellos lugares que nuestro cuerpo no se atreve, o a veces no puede... En definitiva, ser nosotros. Leerme - me permito lector/a ser osada-, será para ti la prueba de que la Palabra consigue, y en este rincón especial al que has llegado, que poco a poco te quedes atrapad/a y no quieras seguir dando vueltas en busca de lo que ya has encontrado... En este libro cualquier sensación se parecerá más a un sueño que a una posibilidad. Ponte cómodo/a... Y si quieres conseguirlo, tus deseos son órdenes.


jueves, 31 de diciembre de 2015

LA DESNUDEZ DEL CALENDARIO




Tantas veces le he visto quitarse la ropa, que ya ni me sorprende. Pero es un hecho su completa desnudez, sin pudor, ante tantas miradas. Aunque le ha llevado su tiempo, porque un calendario que se precie no coquetea con la frivolidad de un desnudo desinhibido y rápido, ante cualquiera. Es como si prefiriera insinuar más que mostrar su cuerpo tatuado de números y fechas que, a su vez,  dejan a la vista las muescas que le graban las esquinas dobladas por las que ha visto pasar sus días. Ni más ni menos que 365, o 366 si el calendario se levanta bisiesto y le regala unas horas más a un mes que, sin remedio, seguirá siendo el más pequeño de la hoja.

Sea como fuere, el caso es que se nos acaba otro año más en todo, 2015 cumplió su cometido. No quiero pecar de aguafiestas, pero más que acabar, se escapa, porque a quién más y a quién menos, se nos escapan momentos, oportunidades, sueños... y cada vez tenemos más días y menos tiempo… Por eso, como la ocasión la pintan calva, y ya que esto de desear buenaventuras de fin de año es tradición, que mejor ocasión para no perderse en tonterías y que afloren los mejores sentimientos, sin resentimiento, y un deseo que lanzo al viento y es que en 2016 yo pueda seguir siendo La Voz de los Días, porque hay mucha vida que contar y mi deseo es que  me leáis

Gracias calendario por haber estado tantas hojas cerca y darme la oportunidad de ver cómo te desnudas cada vez que cumples años, a  mi lado.

Que el año que comienza sea para todos como cada quién en sus sueños quiere lograr  y la Salud nos ayude a seguir junto a calendarios que se quitan la ropa y la vergüenza...

Y la Paz, por favor, la Paz... 


martes, 17 de noviembre de 2015

FLORES PARA UNA GUERRA



La lluvia había regado sus lágrimas por los terruños ásperos que heredó aquél invierno, cuando su padre cerró los ojos, definitivamente, para no ver la desolación a su alrededor recolectando miserias.

Pero él, como tantos otros, despediría los besos de su amada en el andén, mortecino y frío, de la penúltima estación en unos minutos. La guerra reclamaba víctimas y los mandatarios no aceptarían un no por respuesta. Su madre escondía lamentos en el pañuelo gastado y le guardó un beso en el bolsillo.

—Para el camino, hijo, por si no tienes nada que llevarte a la boca. Le había dicho mientras ella también regaba la tierra con su pena.

¿Cuánto tiempo había transcurrido desde que emprendiera el viaje? Ya había perdido la cuenta. Se aconsejó intentar dormir un poco, porque al amanecer, otro amanecer, él, junto a los macilentos y agotados soldados que se hacinaban a su lado, deberían asaltar, como cada día, durante meses, en tantos años y demasiadas penas, a la población hambrienta, a la que ya no le quedaba ni el recurso de un sueño bajo las bombas.

Pero aquella amanecida de escarcha no fue de fuego cruzado. Cada vez que un gatillo era apretado, una hermosa flor acariciaba al viento inundando las ruinas y cambiando el fétido olor de la muerte.

Él no tardó en darse cuenta. Sabía que Ella, su madre, era una Maga escondida entre pucheros. Y aquella mañana, que los besos sabían a sal y despedida, le había guardado semillas de Paz en el bolsillo.

domingo, 1 de noviembre de 2015

PRESENTE


Lo repetiré cada 1 de noviembre mientras yo tenga unos de noviembre y voz para quienes la perdieron.

A todos los que aún permanecen cerca, pese a la distancia que abre la Muerte. Y, especialmente, a la eterna Manuela.


Caminando por las calles encaladas de noche.
En las amanecidas de escarcha.
En los colores de la tarde poblados de recuerdos.
En los días deshojados de años repetidos.
En el corazón que se olvida de olvidarse... 


No has dejado en mí olvido pintado en el negro de tu 
ausencia
Ayer fui a llevarte flores, porque te gustaban. 
Pero volviste a casa conmigo. 
Nunca te gustó el Camposanto

sábado, 19 de septiembre de 2015

NUEVA SIEMBRA DE LIBROS

Nos adelantamos hoy sábado al 21 de septiembre Día Mundial de la Siembra de Libros. Los lunes toca cole, volver al trabajo...Y hemos querido llenar un sábado de sol casi otoñal a sembrar de nuevo. Así podremos tener el fin de semana completo.

Primer día de la segunda Siembra de Libros con éxito. Han acudido con sus capazos llenos nuevos recolectores de palabras. Hombres, mujeres y, sobre todo, niñ@s con sus cuentos abrazados y sonrisas frescas. Esta siembra tiene la ventaja de que no produce cansancio y, por el contrario, consigue llenarnos de ilusiones y, poco a poco, ir labrando en nuestros deseos esperanzas nuevas… “Dejar que los niños se acerquen a mí”, dice la Literatura, bajito, cuando ve la calle con taciturnos apostados en las esquinas del aburrimiento. Porque Ella, sabia y capaz de convertir en historia todo lo que se proponga, sabe, de primera mano, que sin niños con ganas de aprender los mayores se harán aburridos… Pero nuestra siembra está de enhorabuena, tenemos sembradores de todas las edades y mejor disposición.

Algunas imágenes









jueves, 10 de septiembre de 2015

AQUELLA SIEMBRA QUE VUELVE






La pasada siembra de libros fue un éxito. Contamos con TV de Castilla-La Mancha, TV de Hellín, La Tribuna de Albacete y compartimos deseos de vida con la AECC que ese día cambiaban tabaco por cerezas. El Boulevard no era el de los "sueños rotos" que cantara Chavela, sino el de la esperanza por tiempos nuevos, mejores, sanos y, como no, cubiertos de páginas de Literatura. Muchas historias plantadas de ilusiones nos acercaron l@s sembrador@s que esperamos de nuevo acompañados de más gente dispuesta para la siembra. Por favor, traer niños...Ellos son el futuro que todos esperamos para la Paz.

Llega el 21 de septiembre  y con él un otoño nuevo. Las hojas comenzarán a caer, caducas, de árbol que se renueva en su nueva desnudez, para dejarnos la visión fría, aunque cálida, de una estación hermosa donde cambia el color de todo y, qué mejor ocasión, que sembrar de nuevo.
El otoño es aún benigno en sus atardeceres. Las calles se ocultan del calor frente a un re-fresco y nos llega el deseo de intimismo. De ser un poco más casa y libro. De leer nuevas historias alejados de las prisas por quitarnos el calor de encima.

Así que, comienza la cuenta atrás. A los libros leídos de la siembra anterior, os esperan nuevos rincones y otras manos... Los libros serán, para el otoño, el cálido embozo para soñar lo que queramos ser, porque para ello solo hace falta abrir un libro... Y volar.

viernes, 26 de junio de 2015

SU OTRO VERANO


Ella me lo dijo: Acabarás escribiendo un libro. Cuatro años después aquí está. La Voz de los Días no podía dejar de dedicarle palabras en su último paseo por esta vida, esperando que allá donde viaja, todo le sea menos doloroso y que haya otra otra vida  más fácil de sobrellevar. 

Le crecían bondades en el pelo, sobre la piel, dentro de su enorme corazón, por eso era una mujer tan grande como la ausencia que hoy ha instalado en todos los que la queríamos.

Ella, otra vez Ella. Tan fría en este calor de verano que te lleva allí donde se van, deprisa y sin años, las personas a las que le crecen bondades en el cuerpo y las entrañas. 


Adiós Rosario. Tu "ídola" como me llamabas, no puede dejar que te vayas sin regalarte, para el viaje, un poquito de la poética de una prosa que envolvías en gestos de amabilidad y sorpresa, mientras apostabas, con quién quisiera jugar, a que yo sería un descubrimiento cuando me sentara en ese sillón barnizado de tiempo, donde me hiciste Mantenedora de los Juegos Florales en un agosto donde las chicharras ponían melodías al peso de una responsabilidad que hiciste tuya y que, por suerte, se llenó de parabienes. Y hoy, qué mejor causa, pese a la tristeza, que yo tenga motivos para ponerle voz a otro día de un calendario que en ti se ha hecho demasiado corto. 

Hoy, me has dictado la penúltima palabra en la que me pueden las emociones. Hoy, has hecho que nos llovieran tristezas a quienes hemos tenido la suerte de contar contigo en unos años, además, en los que nunca tuvimos a una política al lado, sino a una amiga cercana en todo gesto y en cada momento en los que trabajar duro era la premisa de llegar donde teníamos que ir, con esfuerzo y disciplina. 

Hoy, verás, desde el otro verano que te aguarda, que Ella, tan fea y llena de inviernos, nos ha dejado a todos un poco más solos, pero sé que no hay Muerte que pueda borrar de la vida a una gran Mujer que le crecían bondades en el pelo, sobre la piel, en su enorme corazón...Y eso es lo que nos queda. 


A Rosario Clemente. In memorian.

martes, 23 de junio de 2015

LA VOZ DE UN POEMA



Han sembrado poemas en mis voces
y revolotean mariposas en mi casa,
la sorpresa es regalo de paisana
que ha llenado de sonrisas y palabras,
las esquinas y las calles de Tobarra...

Gracias querida Pilar.


La Voz de los Días

Hoy día diecinueve de junio en mi pueblo natal de la Mancha
han sembrado de Cultura todas las calles de Tobarra.
De forma amable y consecuente se han unido en cadena
simiente de -siemprevivas- perfume de palabras y poemas.

Allí estaba aportando su creatividad
la experimentada “Voz de los Días”

Aseguran que salió del bulevar hacia los Caños
giró por la Calle Mayor y se adentró en las calles Altas.
Unos cuentan que lo vieron por San Antón…
otros dicen que por la calle de la Parra.
Probablemente llegó a San Roque el Viejo
o quizás incluso a la misma Granja.

Lo cierto es que “La Voz de los días”
permanece recorriendo los rincones de Tobarra
por sus baldosas y callejuelas
duerme la magia de las palabras.

Pilar Contreras Moreno

jueves, 18 de junio de 2015

MAÑANA SEMBRAMOS




http://www.radiotobarra.com/v2/programacion/tobarra-a-la-una/ 18/06/2015





Igual me repito, pero es que estamos como niños con zapatos nuevos.


Se trata de dejar un libro propio, ya leído, en un espacio público… en el mostrador de la farmacia; en el parque; en el bar de tu esquina; en el bus o en un banco de tu calle… OLVÍDALO en una butaca de la sala del cine (cuando vayas) o entre las bragas/calzoncillos en el mercadillo semanal… LIBÉRALO en el comedor de tu Instituto; en un banco de la plaza de la iglesia o en la terraza de un bar recién abierta; en la frutería o en la oficina de tu Banco… “Es de quien lo encuentre, pero al finalizar su lectura deberá volver a ser liberado para que otras personas lo gocen y deberán dejar dicho fecha y lugar de la liberación para saber por dónde ha viajado... ¡Empezamos en Tobarra!

jueves, 4 de junio de 2015

SIEMBRA DE LIBROS


La Voz de los Días será sembrado...¿Siembras tú el tuyo?


Hay ideas que una quisiera haber tenido. Parirlas como se expulsa el deseo y que sean el nexo de unión en cualquier parte, de las vidas que cada quién sueñe. Por eso me hago eco y lo llevo a mi mundo maravilloso de contar la vida, la cotidiana y la que se espera conseguir para cuando al ser humano no le queda más camino que seguir soñando, junto a las arrugas de la piel y la acumulación de años en el recuerdo, de esa idea tan maravillosa como es la de SEMBRAR LIBROS: Me sumo al Club de los Libros Perdidos. Con ese grupo me alejan distancias kilométricas, pero nos acerca el espacio tan corto que media en la velocidad que se imprime con los pensamientos para unirme a su iniciativa para el próximo día 21 de junio y llegar allá donde se quiera, desde la imaginación y la palabra. Una idea que se generó para que la calle, el transporte público, un centro médico o cualquier bar de aquella esquina sea el receptor de un libro que, lejos de quedar abandonado, sea el regalo para quién lo encuentre, disfrute y pueda, después de una vez leído, elegir el lugar donde apoyarlo para que otros ojos, nuevas manos y mentes dispuestas, lo lleven hacia otro destino. Y así, en la rueda de la vida, en la noria de los acontecimientos, se puedan recoger los frutos de una hermosa siembra, porque la palabra, la mejor palabra es vital para el entendimiento y, sobre todo, el poder compartirla desde la enseñanza que procura ya desde el entretenimiento.

Por eso, dejo abierta esta contribución a compartir Literatura a quién quiera sumarse a ella. Cuanto más seamos mejor. Hay personas que incluso tiran los libros. Para mí es un crimen organizado contra la palabra y el maravilloso mundo que procuran las vidas escritas. Por eso, qué mejor idea que el próximo 21 de junio, por el pueblo, en el lugar que cada quién elija, sembremos libros. Los dejaremos en el rincón que quién colabore prefiera y haremos un llamado general para salir en busca del mismo, como una ruta de ocio y cultura. Salir a caminar con las zapatillas y el ánimo dispuestos, buscar bajo las farolas, sobre los bancos de la calle o las siembras del Parque, de este parque tobarreño en el que se note, sobremanera, que es el de Las Culturas.

Voy a preparar más y mejor la siembra y volveré con la espuerta llena para esparcir las semillas y,en su día, recoger los frutos.





martes, 2 de junio de 2015

DÍA Y NOCHE


Imagen de Svetlana Bobrova

La Voz de los Días no traiciona. Nos abre un camino de palabras que recorren páginas de sueños. Solo hay que traspasar la delgada línea que separa la realidad de la fantasía.


El Día se cubre del rocío que esparce la aurora; como caricia de mujer de corazón tibio y manos frías. 
Es magia de luz y sombras, que juega con los niños y pasea ancianos en los jardines. 
Camina altanero, seguro de vestirse de fiesta en la Noche con plateado manto de Luna, para dar cobijo a los enamorados bajo su embrujo.

Pero el Día y la Noche también traicionan. 
Como negras manos que movieran los hilos para desbaratar los tapices bordados de los sueños.

jueves, 14 de mayo de 2015

QUÍTATE TÚ "PA" PONERME YO... Elecciones Municipales.


"La Voz de los Días", como no, también está de elecciones. Ora Municipales, ora Autonómicas... Si cualquier parecido con la coincidencia es pura realidad, la Alcaldesa, Gundisalvo y cualquier pueblo en un lugar de la Mancha, tienen estos días contados entre sus páginas.

Gundisalvo se levantó antes de que el gallo cantara. Se dirigió, lento y pensativo, al bancal en busca del sustento del día. Se sentó en la roca alisada por los descansos. Fumaría un cigarrillo liado con parsimonia, para que la lentitud le alargara la mañana. No tenía intención de bajar al pueblo, no quería ver ni escuchar a nadie. Bastante tenía hoy con aguantarse a sí mismo. Llevaba días sin saber qué zozobra le recorría el cuerpo y qué desasosiego la mente. Sentía como una comezón, un reconcomio que le hacía sentirse precavido de todos, incluso de él mismo.
La mujer, con la que se equivocó de plano, lo había abandonado años atrás. Aunque él decía que fue el tiempo quién puso ausencia a las caricias y desvarío en las intenciones. Y que, de mutuo acuerdo, decidieron seguir cada uno con sus manías. Pero no estaba solo. Hacía tiempo que compartía sus inseguridades con la mejor esposa que pudo encontrarse en el nuevo camino —según decía a quienes la presentaba— y que, hasta ahora, le había aguantado sus rebotes desde aquel abril de sol y lluvias, en el que los caracoles que habían salido a buscar, cada uno con su afán, les presentaron junto al hinojo.
Se había casado de nuevo con la que era la Alcaldesa del pueblo. Ésta, llevaba días sin subir al monte. Empeños de mayor calado la retenían en su falda —la del monte— que le hacían ir de acá para allá, justificando sus olvidos y recalcando sus aciertos; subida en el aún servible coche de caballos. Gustaba de conservar las tradiciones. El folklore era una de sus premisas. Cuando ganó las primeras elecciones municipales, (era reincidente en sus empeños) prometió al pueblo que ahorraría en dispendios. Por eso evitaba al erario el gasto derivado del culpable de todo, el petróleo, y utilizaba la calesa que, desde la segunda República, conservaba bien lustrada el Consistorio. El jamelgo era otra cosa; si Rocinante hablara, se vería como espíritu equino vagando sin descanso; mientras cargaba con el peso de los parabienes en tiempo de disputas.
Las collejas teñían de verde la huerta de mañana tibia y olorosa. Gundisalvo, con la espuerta de pleita al hombro, llegó fresco como una lechuga y rojo como un tomate; pero sintiéndose despejado. Aunque el reconcome le seguía reconcomiendo por dentro. Dudaba. Tenía tiempo de sobra para coger la Silene Vulgaris (más conocida en la huerta manchega, por collejas) en cantidad suficiente para preparar una suculenta tortilla con huevos de gallina blanca antes de bajar al pueblo (los de gallina negra los dejaba para mejores ocasiones). Aunque sabía que se sentiría incómodo, fuera de lugar. Su enamorada vestía sus intenciones con palabras convincentes. Pero él solo conocía el lenguaje del campo con léxico de ovejas y borricos.
Sin saber cómo se paró a pensar en el asno, especialmente. Sabía que es un animal doméstico, pacífico y rudo, como él; poseedor de una gran memoria que le permite orientarse por zonas por las que en algún momento de su vida recorrió, aunque haga años de ello y que, además, tiene fama de ser un animal tozudo a la vez que muy cauto. Tanto, que nunca realizará una acción que intuya peligrosa.
Sí, ahora se da cuenta: él es como un asno.

II

La calesa era tirada sin brío por las calles del pueblo. A izquierdas y derechas, la Alcaldesa, en plena campaña electoral, esperaba revalidar su mandato. Lanzaba claveles y pegatinas a la gente a la vez que panfletos recordatorios de sus logros, que ahora dibujaban promesas nuevas. Por las callejuelas paralelas, la oposición lanzaba, a derechas e izquierdas, caramelos y bolígrafos con la cara del candidato; como si quisiera decir que firmaría un armisticio y dando a entender, claramente, su deseo de que algo cambiara para que todo siguiera igual.
En ambos, rivales y sin embargo amigos, se imponía un deseo común: conseguir alzarse con el poder. En el caso de la alcaldesa; renovar el mandato. En el de Indalecio Remolón, candidato opositor por oposición, alzarse con el logro, por fin, para poder gobernar en su pueblo; y quitarse así la espinita clavada por lustros de intentos sin éxito en las Elecciones Municipales. Las que repetidamente ganaban personajes distintos, pero iguales.
Al mismo tiempo en la huerta la espuerta rebosaba de collejas. Gundisalvo masticaba con avidez una brizna de hierba fresca; que renovaba en su boca el sabor a humo gastado que le había dejado el tabaco. Tenía que dejar de fumar un día de estos —se repetía—, mientras el estanco seguía nutriéndose de su vicio, y a los pulmones se le asfixiaban los alveolos.
Cerro abajo, arrojando pedradas al vacío, pensaba en qué le pasaba en realidad. Tenía todo lo que se puede tener para ser feliz, o, al menos, considerarse menos desgraciado que la media. Una gran mujer le soportaba, que, además de buena y respetuosa con él, era la mandamás del pueblo. Aunque de armas tomar, defendía con uñas y dientes la paz y el diálogo. Tampoco le dolían prendas en jugarse el tipo para llevar el rebaño (como llamaba a sus votantes) a lugar seguro y libre. Hasta se batía en duelo de palabras con quién osara mancillar el nombre de sus gentes. En definitiva; que no tenía motivos para quejarse pero, erre que erre, se repetía en sus miedos y desazones. ¿Se estaría volviendo viejo y asustadizo?

III

Los abrazos arrugaban la camisa de popelín de la Alcaldesa. Los besos, sin mesura, dejaban surcos de sudor y maquillaje sobado en su rostro.
Las manos del candidato opositor a la poltrona rozaban los callos y las asperezas del vecindario; dejándose también sobar, sin pudor, por los rasurados bigotes de hombres y damiselas de hirsutismo hormonal.
Los niños eran alzados al aire entre cuchi-cuchis y carantoñas forzadas.
Los ancianos eran acompañados, asidos por sus brazos cuajados de años, con fingida devoción.
Las mujeres sin edad de procrear, recibían una flor y un abanico para retirarse el calor rancio de la menopausia, dibujada en sus mejillas arreboladas.
Los adolescentes, eran piropeados y alabados como portadores del futuro asegurado del pueblo.
Los perros y gatos callejeros percibían ya el aroma fresco de su alimento, en el albergue prometido.
Las pancartas, de ondulantes rostros, pendían de las farolas que mecían sonrisas de caries retocadas.
El pueblo, en su totalidad, era un bulle-bulle. La Campaña Electoral, había comenzado.

IV

La fresca casona de Gundisalvo, estaba siendo oreada por un viento que entraba por la puerta y salía por la ventana. Como el mensaje de los libros de auto-ayuda. Como esas voces que nos llegan portadoras de salvación. —cuando una puerta se cierra, una ventana se abre— dice el esperanzador propósito de las ilusiones.
El fogón calentaba la sartén. Se batían los huevos como palmadas de apoyo y empuje. Las collejas se habían hervido a fuego lento. Como deben cocinarse las ideas.
La radio municipal chirriaba con la esperada proclama. Lo que ya se conocía como el himno del “quítate tú, pa ponerme yo”; que había sido ensalzado tantas veces a lo largo de los años de elecciones, ora generales, ora municipales, ora autonómicas, ora europeas en el país recuperado del dictatorial silencio, sonaba, estridente, entre vítores. Amén del palabrerío propagandístico de buenas y mejores consecuencias; si se derribaba a uno para apoltronar a otro…Y el más de lo mismo.
Gunsidalvo cortó con la navaja un trozo dorado y verde, llevándose a la boca un suculento bocado de tortilla con collejas. El vino del porrón —tinto y con cuerpo—, le suavizó el gaznate calentándole la duda. Aunque pronto se le disipó: no bajaría al pueblo en plena campaña electoral, bajo ningún concepto. Cuando bien entrada la noche, su mujer, Alcaldesa y exhausta, llegara a la casona; después de varios días quedándose en el pueblo, en la antigua morada de sus mayores, se lo diría con firme convicción.
Mientras degustaba el café de aroma y textura arábiga, que compró en el Comercio Justo, se reafirmaba en su decisión: No y no. Él podía ser como un asno, pero no era un borrico (seguía identificándose con el jumento). Conocía bien la leyenda que dice que el asno puede morirse de sed por negarse a beber de aguas que no fueran suficientemente limpias para ellos, y, aunque ella, como mujer fuera legal a carta cabal, no pasaría por ahí. Él estaba ajeno a todo lo que es lucha encarnizada por el poder; o, como en el caso de la Alcaldesa, por dejarse la piel, según había demostrado en sus anteriores años de mandato por el querer hacer; otra cosa es que lo consiguiera, pudiendo. Así que, no iría con ella a ningún sitio ¡Faltaría más¡

V

Gundisalvo se había dormido con el cansancio arrastrándose en las sábanas… El olor a sexo postergado... La caricia suspendida por la causa...
Cuando el gallo saludaba a la mañana, ella, segura y tierna, entró en el dormitorio y le mojó la oreja de saliva mitinera.
Gundi, cielo, prepárate para acompañarme hoy en la jornada. Ponte el traje de los domingos. Aféitate y corta esas greñas. Te he traído una camisa preciosa. Los gemelos son los de la boda…bueno, aquellos que les compré a mi ex, para el día de marras; ya me entiendes. No los vayas a confundir con aquellos tuyos; es que estos son de oro macizo, e irán bien con la ocasión. La corbata es la que te regaló mi madre. Los zapatos, los que no llevan cordoneras; que luego se te desatan por el camino y vas dando tropezones… ¡Ah! y lo más importante, perfúmate bien. Hoy serás tan besado, que no echarás de menos mis besos a punto de caducar. Viene al mitin el Presidente de la Comunidad de Encuentros y Desavenencias. El Delegado de Necesidades y Menesteres Aparcados. La Presidenta de Unidos contra el Despendole para Llevarnos lo que Podamos... En fin, nos toca un día muy ajetreado. Tenemos que ir a varios sitios a la vez; tratar de convencer y no acabar locos de tanto fingimiento...
Él, marido de Alcaldesa y hombre resignado, al cerrar la puerta de su casa y abrir la del coche de su propiedad, el que aparcaría en el lugar reservado a las autoridades, para subir a la calesa de enjuto jamelgo, por causa ahorrativa de petróleo y despilfarro,algo que sabía gustaba sobremanera a los vecinos del pueblo, como representación de austeridad ante la crisis; lo seguía teniendo claro... Esto no era lo suyo... Pero trataría de aguantar el tipo.

VI

El griterío le inundó de lisonjas entre vítores y aplausos. ¡¡Vota a Gundisalvo, Gundisalvo, Alcalde, ra,ra,ra, Gundisalvo, Alcalde, Alcalde, y nadie más!!
Un hilillo de baba y satisfacción resbalaba por las comisuras de los entreabiertos labios del recién elegido edil. La sonrisa de triunfo se dibujaba en su bronceado rostro de ribazo y era recién segada. Él sería de nuevo el Alcalde del pueblo, con mayoría absoluta. Había derribado a su rival. Una vez más…

Le despertó el codazo dado por la candidata cuando la calesa llegaba frente al escenario adornado de rosas rojas y banderolas, donde ella se haría, orgullosa, con la palabra, en un afán de ganar, de nuevo, las Elecciones Municipales.

lunes, 27 de abril de 2015

Día del Libro-Bibliobús 23 de abril


La tarde olía a tinta y tulipanes en la Plaza del Altozano de Albacete. Las palabras se abrían un hueco entre las baldosas para respirar a la sombra de lectores  que se humedecían los labios al calor que destilaban los amores, las dudas, los anhelos y algún misterio escondido en los renglones. 
Después de muchos años de no verlo, le reconocí, aparcado y silencioso frente a los libros que miraban de soslayo a los ojos, las bocas, las manos, de quienes, frente a ellos, esperaban una mirada a su cuerpo tatuado, una palabra de cuanto vale, o una caricia a los deseos escondidos en sus líneas. El Bibliobús: qué recuerdos de mi adolescencia en la que sin posibles para comprar ni siquiera el cuento del Gato con Botas,  nos permitía soñar prestado en aquellas tardes que, anhelantes, esperábamos verle aparecer lento y apabullado por tanta historia a cuestas por la empinada calle en la que, los ruidosos críos y los no tan niños, acudíamos a conseguir, por unos días, vivir tantas vidas como imagináramos posibles. 

En esa tarde de libros con olor a recuerdos le dejé entre sus estantes LA VOZ DE LOS DÍAS, para que ellas también viajen por los pueblos donde aún no es posible tener una Biblioteca de ladrillo, sino que son las ruedas las que aproximan la lectura a quienes tienen ilusión por vivir tantas vidas como quieran y que oigan, de mi parte, tantas voces como sus cabezas y corazones puedan acoger.




lunes, 20 de abril de 2015

SIGUEN LAS VOCES


Siguen las voces con su eco. Necesito un  tiempo para poder contar lo que me cuentan quienes me lo han contado. 
Estoy feliz. 
De momento solo puede deciros GRACIAS.


lunes, 2 de marzo de 2015

PINCHAZO


Publicado este micro de mis "inspiraciones nocturnas" en la antología del mismo nombre. Gracias a quienes leyeron, saborearon y decidieron que mis palabras tenían el condimento y sabor necesarios para degustarlas en este libro.

(Porque la noche me permite, junto a los días, vivir historias)

Rugía el viento y amenazaba su ruido el descanso de la noche. Le sobresaltó el sonido insistente del timbre a tan intempestivas horas. Abrió la puerta con la cautela del miedo y, sin que pudiera evitarlo, entraron al salón despavoridas hojas de otoño. Tras ellas su madre la inundó de frío en un beso cálido. Le pidió un gato para el coche. Ella contestó que solo tenía gatas y ya dormían.
Carmen Callado.

sábado, 14 de febrero de 2015

SAN VALEGATÍN (Otro 14 de febrero)



Georgina se humedeció los labios a los que había dado un toque de rouge y deslizaba las manos por la falda recién estrenada, como queriendo alisar los inexistentes pliegues. La blusa dejaba asomar el canalillo de un escote perfumado, suave, y los pechos apuntaban hacia el espejo.

Sonó el timbre de la puerta. Se ruborizó a la vez que el nerviosismo por el encuentro le aceleraba el corazón tierno. Por fin, después de mucho tiempo, iba a celebrar San Valentín. Se había enamorado y él acudía, por primera vez, a su cita de la noche; para que el día no se perdiera entre el deseo amurallado de sus muslos.

Se habían conocido unos meses antes. Y, sin red, se tiró al vacío de sus ganas. Ahora, aprovechando el 14 de febrero, sabía que había llegado el momento de que el deseo, tanto tiempo contenido, fluyera en éxtasis teresiano; cubriendo de espasmos y ruidos quedos las paredes de su alcoba.

Creía que, por muchos rezos que destinara una vez que San Amor la poseyera, siempre serían pocos para agradecérselo al Santo.

Mientras se dirigía a abrir, recordó que la mejor botella de vino tinto aguardaba el descorche para el momento de saborear los besos. Las flores, colocadas estratégicamente, enmarcarían el salón cuando él atravesara el dintel y la abrazara macerando su piel. La romántica velada prometía sexo y amor, después de degustar las cocochas de merluza.

A Georgina, se le quedó la boca abierta y la lengua entre los dientes.

El repartidor le extendió, entre un saludo mascullado y sucio, la hoja arrugada y rosa donde debía firmar el recibí. Cuando la caja, anudada de rojo carmesí, dio paso al regalo del día de los enamorados, las croquetas de gato saltaron esparcidas por el salón.
La nota, perfumada y caligrafiada con gusto, decía:

Queridísimas gatas:

Con todo mi amor, deseo y esperanza de un futuro juntos. Nunca olvido lo hermosas que sois. La belleza de vuestros ojos y el suave ronroneo que ha colmado mis vacías noches y llenado los días de recuerdos, desde que os conocí, en casa de ella. Os extraño. Me gustaría, en estos momentos, acunaros a las dos, en mi regazo.

Que, San Valegatín, sea, por siempre, el que vele por vuestros maullidos. Espero que vuestra ama, Georgina, os trate con todo el amor que yo os tengo. Os envío, además de las croquetitas de salmón, pollo y verduras, una réplica del cuadro que, un amigo japonés, pintó sobre el santo de los enamorados gatos, para vosotras.

Siempre vuestro.

Jenaro.

Del Libro "La voz de los Días)

lunes, 26 de enero de 2015

ANUNCIO POR PALABRAS




Vendo bicicleta casi nueva. Color de mar y piel curtida. Rodaje de sueños en sus ruedas. Guarda su manillar briznas de hierba seca. El piloto trasero, rayos de sol antiguo. Los frenos, mantienen intactas las huellas del tiempo. El sillín, el peso de la vida de mi abuelo.
Se vende por imposibilidad de soportar su ausencia, al mirarla. Buen precio; porque no puede cobrarse caro el amor ni la sabiduría de los años, acumulados en el corazón de un hombre bueno.
Interesados, contactar en la calle del Recuerdo número uno.

sábado, 3 de enero de 2015

REGALA PALABRAS.




¡Eh, tú, para! Ya están en camino los Reyes Magos, esos que, sin discurso, nos piden a gritos que tengamos un buen detalle con nuestros seres queridos en estos momentos de tradición. Quizá también tienes un cumpleaños cercano o que alguien celebre que se llama por su nombre ¿Y tú qué, a romperte la cabeza pensando en qué regalarle? Que si unas bragas, un perfume, un viaje económico, una botella de ron para los mojitos o unos calzoncillos con dibujos... Que no, que no hay nada como regalar palabras y, si son mías, ya te aviso que no defraudarán… Si no, date una vuelta por las librerías de Tobarra, Hellín y Albacete (de momento)  y ya me dirás…
LA VOZ DE LOS DÍAS EN
   
Librería/cafetería/Pub “La Luna” Albacete. C/Concepción nº 30.  http://albacete365.blogspot.com.es/2013/12/calle-concepcion.html
                           Librería “Popular” Albacete. C/Octavio Cuartero nº 17. http://www.popularlibros.com/busqueda/listaLibros.php?tipoBus=full&palabrasBusqueda=La+voz+de+los+d%EDas

Papelería Librería “Evangelio” Tobarra. C/Pérez Pastor, 5. (Gracias a Emi y Javi por el espacio (enorme) que han dado a "La Voz de los Días". 

Papelería Librería “Haro” Hellín. C/López del Oro nº 22.   

Y yo tengo que, de nuevo, dar las gracias: a ti, a él, a vosotros, a ellos. A tantos (muchos) como tienen el libro entre sus sueños, y que, de boca en boca (en buenas bocas) que es donde mejor van las voces, hacen que las palabras vayan y vengan, hayan cruzado charcos y veredas, caminos, pueblos, ciudades y países... Pero, sobre todo, lo que más me emociona es que ha llegado al corazón de las personas.

Me llegan muchísimos comentarios de lector@s (un día los recopilaré todos), sobre lo que sienten al re-leerlo y, sobre todo, la grata sorpresa al descubrirme. Pero soy yo, una vez más, la que se descubre ante todos vosotros y os da, una y mil veces,  las gracias mientras me quito el sombrero... Por vosotros.